Ventajas de hinchar con nitrógeno las ruedas de tu vehículo

Nitrógeno las ruedas de tu vehículo

Casi ninguno de nosotros se ha planteado poner nitrógeno en las ruedas de su coche en lugar de aire, pues lo cierto es que no es un gas que esté disponible en cualquier parte.

Lo normal es hinchar las ruedas con aire, empleando para ello los compresores de la gasolinera o uno propio, pero lo cierto es que llevar las ruedas hinchadas con nitrógeno tiene una serie de ventajas que hay que conocer.

Estas son las ventajas de hinchar las ruedas de tu coche con nitrógeno

En nuestro taller ofrecemos el servicio de hinchado de ruedas con nitrógeno, explicándoles a los clientes que aunque este proceso tiene un coste, les aporta muchas ventajas.

La presión de los neumáticos se mantiene más tiempo

Ya sabemos que hay que revisar la presión de las ruedas muy a menudo cuando las hinchamos con aire, puesto que es normal que puedan perder parte de este con el paso de las semanas.

Sin que hayamos pinchado o que la válvula esté rota, notamos que las ruedas están “flojas” y hay que parar a hincharlas, con la incomodidad que ello supone.

Es una situación que no ocurre con el nitrógeno, ya que las presiones se mantienen mucho tiempo y son estables, lo que significa que no vamos a tener que ir a la gasolinera a mancharnos con el compresor.

Las temperaturas no les afectan

Al hinchar las ruedas de un coche con nitrógeno sabemos que no vamos a tener problemas con las temperaturas, que hacen que las presiones de los neumáticos varíen mucho.

Si miramos la presión de aire de nuestras ruedas cuando han circulado o si hace mucho calor, nos daremos cuenta de que están por encima de las recomendadas, lo cual a veces puede ser un problema.

El nitrógeno impide esto, lo que al final redunda en un mejor comportamiento de los neumáticos porque siempre van a la misma presión, a la correcta.

Ahorra combustible

Poner nitrógeno a las ruedas en nuestro taller ayuda al ahorro de combustible. Esto se debe a que el neumático siempre conserva la presión que marca el fabricante, y eso significa que solo será la banda de rodadura la que irá en contacto con la carretera.

Con el aire, en muchas ocasiones vamos con una presión inferior y eso hace que toda la goma de la rueda vaya tocando el asfalto, lo que al final significa un mayor gasto de combustible que se notará con el paso de las semanas. Además, debido a la situación actual del precio de los carburantes, este ahorro se ve incrementado todavía más. 

Igualmente, no hay que olvidarse del medioambiente, pues un menor consumo significa que se vierte menos CO₂ a la atmósfera.

Usar nitrógeno en las ruedas en lugar de aire es una de las mejores decisiones que podemos tomar, pues tiene muchas ventajas sobre el aire y gracias al ahorro de combustible vamos a poder amortizar el gasto enseguida, consiguiendo un mejor comportamiento del coche en carretera.  

Cómo cambiar una rueda de coche

Hasta hace tres décadas, la inmensa mayoría de los conductores conocían cómo cambiar una rueda de coche sobre la marcha.

Y es que, si no se pertenecía a alguna asociación de automovilistas como ADA o el RACE, la única forma de salir de paso en caso de pinchazo era que el propio automovilista supiese cómo cambiar una rueda.

Fue entonces cuando algunas aseguradoras comenzaron a incluir la asistencia en carretera en sus pólizas. Las demás siguieron sus pasos y, en la actualidad, todos los seguros de automóvil incluyen la asistencia entre sus coberturas, lo que incluye la colocación de la rueda de repuesto.

La consecuencia directa es que muchos conductores ya no saben cambiar una rueda. Pero no te preocupes, desde rfidel.com te explicaremos cómo hacerlo. En teoría es algo bastante sencillo, pero como veremos es fácil que surjan complicaciones insalvables.

Herramientas indispensables para cambiar un neumático

Únicamente precisamos de dos o tres herramientas, según el caso:

  • El gato hidráulico.
  • La llave de cubos.
  • La llave para el tornillo antirrobo de las llantas, si estas disponen de ese tornillo.

Aclaramos que los tornillos que fijan la llanta al eje son denominados técnicamente “cubos”. Por tanto, la llave de cubos es la que nos permite aflojar dichos tornillos. Todos los coches con rueda de repuesto incorporan entre el equipamiento una llave de cubos y un gato manual.

Cómo cambiar una rueda paso a paso

Antes de nada, verificar que el coche está detenido en una zona donde el terreno sea llano. En caso de pendiente, se recomienda no proceder al cambio por nuestros propios medios.

Para ello, seguiremos estos pasos, respetando estrictamente el orden indicado:

  1. Apagaremos el motor del vehículo.
  2. Accionaremos el freno de mano y meteremos la primera velocidad o la marcha atrás.
  3. Para mayor seguridad, colocaremos calzos o piedras grandes para bloquear las ruedas que permanecerán en contacto con el asfalto.
  4. Antes de elevar el vehículo, aflojaremos con la llave los cubos de la rueda pinchada o reventada.
  5. Fijaremos el gato en el enganche más cercano a la rueda pinchada. En el manual del vehículo figura el emplazamiento de los enganches.
  6. Elevaremos el vehículo, teniendo especial cuidado en que solo sea la rueda afectada la que pierda totalmente el contacto con el firme.
  7. Extraeremos de su emplazamiento la rueda pinchada.
  8. Colocaremos la rueda de repuesto y la sujetaremos con los cubos al cojinete, sin apretarlos a fondo.
  9. Es aconsejable apretar la rueda montada con llave dinamométrica
  10. Bajaremos el vehículo y quitaremos el gato.
  11. Apretaremos a tope los cubos, haciendo palanca en la llave con el pie.
  12. Colocaremos la rueda deteriorada en el emplazamiento de la rueda de repuesto.
  13. Acudiremos cuanto antes a un taller para reparar la rueda o poner una nueva: la rueda de repuesto no debe usarse, en ningún caso, de manera permanente.

Un problema que se presenta frecuentemente al cambiar una rueda

En los vehículos actuales suele presentarse el siguiente problema: las llantas de aleación tienden a pegarse fuertemente al cojinete donde se sujetan. Por tanto, tras quitar los cubos, es fácil que seamos incapaces de soltar la rueda y extraerla.

De hecho, los profesionales de la mecánica utilizan una palanca de hierro para conseguir que la llanta se suelte del cojinete. Ningún vehículo lleva de serie esa herramienta, por lo que, aunque sepamos cómo cambiar una rueda de coche, si se da este caso no podremos despegarla de su emplazamiento y tendremos que avisar a la asistencia en carretera.

Qué es un coche deportivo: características y necesidades

Qué es un coche deportivo

Mucho se oye hablar de los coches deportivos, una cualidad que los fabricantes destacan en multitud de modelos que, aparentemente, no tienen nada que ver. Pero ¿sabemos realmente qué es un coche deportivo?

¿Son verdaderamente deportivos todos los modelos que los fabricantes publicitan como tales? Conozcamos las auténticas características de un auto deportivo y así saldremos de dudas:

Qué son los coches deportivos y sus tipos

Un coche deportivo, por definición, debería de ser un vehículo que se utiliza en competiciones automovilísticas. No olvidemos que el automovilismo está considerado oficialmente un deporte, aunque muchas personas opinen que no merece tal consideración.

Sin embargo, aunque la acepción inicial era esa, pronto la calificación de coche deportivo se extendió a aquellos vehículos que presentaban algunas similitudes con los coches de competición.

En la actualidad, la expresión automóvil deportivo incluye a vehículos que tienen ciertas características estéticas o mecánicas, bien diferenciadas de las de los automóviles convencionales.

Características de los coches deportivos

Veamos cómo debe ser un coche para que pueda ser catalogado como vehículo deportivo.

Respecto a la estética:

  • Silueta estilizada y aerodinámica
  • Carrocería diferenciada: cupé, descapotable, biplaza, etc.
  • Elementos diferenciales: parrilla, retrovisores, estética, llantas, escapes, etc.

Como vemos, la catalogación de coche deportivo, estéticamente hablando, puede aplicarse a modelos muy distintos. Por ejemplo, un Peugeot 408 Coupé no se parece en nada a un VW Golf VR6, pero ambos son considerados como deportivos. Cada uno en su propio estilo.

Respecto a la mecánica y a las prestaciones:

  • Motorizaciones de potencia extremadamente alta
  • Chasis reforzado
  • Sistema de frenos potenciado
  • Amortiguación muy dura
  • Llantas grandes, para minimizar la deformación del neumático
  • Neumáticos blandos de perfil bajo

En consecuencia, en la actualidad son considerados coches deportivos ciertos que solo presentan modificaciones estéticas. Otros, únicamente, se diferencian en las motorizaciones.

Pero un auténtico deportivo ha de aunar ambas virtudes: mecánica y estética. Por ejemplo, la carrocería de un BMW 318d es similar a la de un BMW M3. Sin embargo, los aditamentos estéticos, la estructura y la mecánica están a años luz. Por eso, el primero es un coche convencional y el segundo un modelo deportivo.

¿Por qué los coches deportivos son tan bajos?

Se debe a motivos puramente mecánicos: un coche deportivo ha de tener un agarre y una estabilidad excepcionales. Muchos pensarán que esto se consigue con unas ruedas de alto rendimiento y un sistema de amortiguación duro.

Es cierto, pero uno de los factores que más influye en la estabilidad y el agarre es la altura total del coche. ¿Por qué? Por una cuestión elemental de física denominada centro de gravedad.

Cuanto más bajo sea el centro de gravedad de un objeto, menos propenso será a desestabilizarse en movimiento. Por tanto, un coche bajo siempre será más estable sobre el asfalto y, además, será más difícil que vuelque al tomar curvas a alta velocidad.

Y ahora que ya sabemos exactamente qué es un coche deportivo, estamos capacitados para conocer si un fabricante intenta darnos gato por liebre cuando dice que un determinado modelo tiene carácter deportivo.

Cuánto dura un neumático: claves para alargar su vida

Cuánto dura un neumático

La pregunta de cuánto dura un neumático únicamente puede responderse mediante una contestación absolutamente ambigua: depende. ¿Y de qué depende? Pues de los factores que analizaremos a continuación.

Cuánto tiempo suelen durar los neumáticos

No obstante, si preguntamos en un establecimiento de neumáticos cuántos km duran unas ruedas, lo más probable es que nos contesten que en torno a 35000 o 40000 kilómetros de media.

Pero las medias solo son eso, medias. Lo que implica que hay conductores que agotan sus neumáticos en 20000 kilómetros y otros son capaces de estirar su vida útil hasta los 60000.

Estos son los factores que hemos de valorar para saber cuántos km aguantan las ruedas de nuestro coche:

La tipología del neumático

Los neumáticos muy duros pueden durar más del doble de kilómetros que los neumáticos blandos de alto rendimiento. A cambio, su adherencia y comportamiento en asfalto son notablemente inferiores.

El estilo de conducción y el entorno de circulación

Acelerones, frenazos y curvas a alta velocidad son los grandes enemigos de la banda de rodadura. Y los conductores urbanos siempre gastarán más neumático que quienes habitualmente circulan por vías interurbanas.

El mantenimiento de los neumáticos y del sistema de dirección

Descuidar el mantenimiento de estos elementos aumenta el desgaste irregular de la banda de rodadura.

Claves para conseguir que tus neumáticos duren más

Esto es lo que debes hacer:

Escoge un neumático equilibrado

Si no sueles exprimir al máximo las prestaciones de tu coche, no malgastes dinero en un neumático de carácter deportivo. Se desgastará mucho más rápido y no obtendrás ningún beneficio operativo.

Controla la presión de las ruedas y la alineación del tren delantero

Vigila la presión a menudo: un neumático excesivamente hinchado se desgastará rápidamente por el centro de la banda de rodadura. Y un neumático con poca presión lo hará por las dos partes exteriores del dibujo.

Igualmente, una dirección mal alineada provocará que las ruedas se desgasten prematuramente por una de las zonas exteriores de la superficie de contacto. Si observas ese fenómeno, acude a un taller mecánico para corregir la alineación.

Rota los neumáticos

Aproximadamente a la mitad de su vida útil, cambia los neumáticos de posición: pon detrás los de delante y viceversa. Los de la izquierda seguirán a la izquierda y lo mismo harás con los de la derecha.

Así conseguirás un desgaste uniforme de los neumáticos delanteros y traseros. Haz el cambio cuando observes una diferencia apreciable entre la profundidad del dibujo de las ruedas traseras y delanteras.

Modifica tus hábitos de conducción

En ciudad, prevé las detenciones obligadas por semáforos, pasos de cebra, cruces y glorietas: no salgas disparado para frenar bruscamente en pocos metros.

Y en carretera, no aceleres como si estuvieras en competición ni tomes las curvas al límite. No solo ahorrarás en combustible y neumáticos, sino que minimizarás la posibilidad de deslizamiento provocado por la presencia imprevista de elementos sobre el asfalto, como charcos, aceite derramada o gravilla.

Sigue a rajatabla todas las pautas anteriores y te aseguramos que, la próxima vez que compruebes cuánto dura un neumático, te darás cuenta de que has conseguido prolongar su vida útil en un mínimo de 10000 kilómetros.

Qué son las ruedas motrices y cuáles son

Ruedas motrices

Aunque pueda parecer una cuestión trivial, conocer cuáles son las ruedas motrices de un coche ese convierte en un asunto de importancia cuando circulamos sobre nieve, hielo y barro o terrenos cuyo firme es inestable, como pueda ser la arena.

Cuántas lleva un vehículo y cuáles son sus características

Las ruedas motrices son las encargadas de que el vehículo se ponga en movimiento, es decir, son las que giran cuando engranamos una marcha y aceleramos el motor.

Los vehículos convencionales únicamente llevan dos ruedas motrices. Si las ruedas motrices son las delanteras, hablamos de un automóvil de tracción delantera. Y si son las de atrás, nos encontramos ante un vehículo de propulsión trasera. En los vehículos 4×4 todas las ruedas son motrices.

Diferencias entre las ruedas motrices y las ruedas directrices

Las ruedas motrices controlan la aceleración del coche y las directrices son las que basculan a izquierda y derecha para cambiar la dirección de la trayectoria.

Evidentemente, en los coches de tracción delantera son las ruedas de la parte anterior las que ejercen ambas funciones.

Conozcamos la importancia de saber cuáles son unas y otras a la hora de circular sobre nieve o sobre pavimentos muy deslizantes como los que están cubiertos de barro o arena.

Por qué es más apropiado un vehículo de tracción delantera que uno de propulsión trasera para circular sobre nieve o barro

La gran ventaja de los coches con tracción delantera es que controlamos tracción y dirección con el mismo juego de ruedas. Esto supone mayor facilidad de control a la hora de manejarse sobre pavimentos muy deslizantes.

Adicionalmente, cuando circulamos por nieve subiendo pendientes muy pronunciadas, el vehículo tenderá a hundirse sobre la parte de atrás. Si el coche empuja con las ruedas traseras, será más fácil que estas deslicen sobre la nieve convertida en hielo por presión.

Cómo colocar correctamente las cadenas en las ruedas del coche

Lo ideal es colocar cadenas en las cuatro ruedas, independientemente de su función.

Si solo disponemos de dos cadenas, daremos preferencia a las ruedas motrices, que en los vehículos de tracción delantera son las mismas que las ruedas directrices. Y es que cuando nieva o hay hielo en el firme, sin cadenas en las ruedas motrices, es imposible controlar la tracción en un auto.

Y si el coche es un 4×4 y solo tenemos dos cadenas, irán colocadas en las ruedas delanteras.

Cómo averiguar cuáles son las ruedas motrices de un coche que no es el nuestro

Aunque no sea un caso muy habitual, puede presentarse la circunstancia de que estemos conduciendo un coche que nos han prestado y comience a nevar, sin que sepamos si las ruedas del coche tiran por delante o empujan desde atrás.

Para averiguarlo, bastará con detener el vehículo y mirar debajo. Si desde el motor, además del tubo de escape, sale una barra que discurre por el centro del chasis hasta el eje trasero, el coche es de propulsión trasera. Caso contrario, estaremos conduciendo un vehículo de tracción delantera.

Puede darse el caso de que el coche esté equipado con motor trasero. Si así, entonces no hace falta que comprobemos nada, pues las ruedas motrices serán las de atrás y estaremos ante un automóvil de propulsión trasera.

Vibraciones del coche por ruedas deformadas y otros motivos

Vibraciones del coche por ruedas deformadas

Aunque las vibraciones por ruedas deformadas son frecuentes y una de las causas más comunes por las que un coche vibra, esta molestia puede tener varios orígenes.

Es importante detectar de dónde vienen las vibraciones en el coche, pues aunque el problema no es grave a corto plazo siempre se convertirá en una avería cara a la larga.

Por qué hay vibraciones en el coche

Hay muchos culpables que ocasionan que nuestro vehículo tiemble en determinadas circunstancias y una vez descartadas las ruedas hay algunos otros causantes bastante habituales.

Discos de freno en mal estado

Una de las frases que más se escucha en los talleres es “al frenar me tiembla el coche”. En este caso los causantes son los discos de freno, que con el tiempo se pueden deformar, en especial si alguna vez se han sobrecalentado bajando una cuesta o se han puesto unos de mala calidad.

Conviene revisar estos discos cuanto antes y cambiarlos si se han deformado, puesto que pueden llevarnos a tener un accidente.

Soportes de motor desgastados

El motor de nuestro vehículo se asienta sobre unos soportes, una especie de tacos de metal y caucho. Esta goma es un material que sirve para que las vibraciones del motor no se transmitan al interior, por lo que cuando se gasta ocurre precisamente eso, que el coche tiembla.

Al ser un material blando la goma se cuartea o incluso se llega a desintegrar. Esto supone que el metal del motor golpea contra el metal desnudo de los soportes y todas las vibraciones se transmiten al interior.

Rotor de freno deformado

Los rotores de freno también pueden dar lugar a esa frase que dicen muchos conductores en su taller de confianza y que es “al frenar me tiembla el volante”.

Esto se debe a que al frenar tanto las pastillas como las pinzas se presionan sobre el rotor. Si está deformado los frenos “muerden” de manera irregular y el conductor nota que el volante vibra mucho.

Las vibraciones en el coche por tener ruedas desgastadas

No son raras las vibraciones por las ruedas deformadas, sobre todo en aquellos vehículos que a diario hacen mucha ciudad en donde tienen que pasar por decenas de rotondas y aparcar en línea, momento en el que se suele golpear el bordillo.

Esta deformación también tiene otras causas, como que las ruedas ya tengan muchos km y que sean de mala calidad, la típica rueda de marca china que colocamos para ahorrarnos algo de dinero.

También se puede producir por un desgaste irregular, fruto de haber estado mal equilibradas, llevar presiones que no eran las correctas o incluso por problemas con la suspensión.

Sea como fuere, la única solución es cambiar los neumáticos del eje que está provocando las vibraciones, no sin antes averiguar la causa si los temblores se producen cuando las ruedas aún tienen muchos km por delante.

Sufrir vibraciones por ruedas deformadas no es raro cuando estas ya van llegando al final de su vida útil. De todas maneras, lo mejor es comentarlo en el taller para que hagan sus comprobaciones, pues los temblores de nuestro coche pueden tener varios orígenes.

Testigo de neumáticos: qué es y cómo ayuda a tu neumático

Testigo de neumáticos

Vamos a ver qué es el testigo de los neumáticos y qué utilidad práctica tiene. También explicaremos por qué no debemos fiarnos demasiado de ese elemento y cómo saber cuál es el desgaste de los neumáticos de forma rigurosa y exacta.

Trucos para medir el desgaste de los neumáticos

Vigilar la profundidad de la banda de rodadura del neumático es una parte imprescindible del mantenimiento rutinario del vehículo: los neumáticos pueden perder gran parte de su capacidad de adherencia mucho antes de estar totalmente desgastados. 

Qué es el testigo de desgaste de neumáticos

A tal efecto, los neumáticos incorporan en su dibujo unos tacos transversales en los surcos del dibujo, cuya altura es de 1,6 milímetros sobre la parte más profunda de los surcos: esos tacos son los llamados testigos de las ruedas del coche.

Cuando veamos el testigo de la rueda al mismo nivel de la superficie de contacto de la cubierta, significa que la profundidad del dibujo ya es igual o inferior a 1,6 milímetros.

Esos 1,6 milímetros de profundidad del dibujo son el mínimo legal exigido para poder circular. Por lo tanto, cuando veamos los testigos a simple vista, hemos de cambiar las ruedas para poder circular con nuestro coche sin que nos impongan una multa y nos inmovilicen el vehículo.

Sin embargo, bajo nuestro punto de vista, es un riesgo circular con tan poca profundidad de dibujo: pensamos que por debajo de los 4 milímetros un neumático ya ha perdido parte de su capacidad de agarre en carretera mojada y que por debajo de los 2 milímetros debería sustituirse el neumático de forma inmediata e imperativa.

Pero, ¿cómo medir en los neumáticos su desgaste de manera exacta? Disponemos de dos opciones:

El truco de la moneda de un euro

Si introducimos una moneda de un euro en el surco y vemos el reborde dorado de la moneda, es porque la profundidad del dibujo ya es inferior a los 3 milímetros y lo más recomendable es ir pensando en sustituir los mismos.

Medidores de profundidad profesionales

No obstante, los profesionales del mundo de los neumáticos disponen de una herramienta tan imprescindible para ellos como la llave de impacto que usan para aflojar y apretar los tornillos de las ruedas: se trata del medidor de profundidad.

Hay medidores de profundidad mecánicos y electrónicos. Los primeros son de aspecto similar a un calibre tradicional y los segundos incorporan una pantalla LCD en la que se visualiza la medición realizada. En cualquiera de los dos casos, se pueden adquirir en internet desde tan solo 8 euros y son extremadamente precisos.

Su manejo es sencillísimo: se introduce el medidor en el surco y obtenemos la altura exacta de la banda de rodadura, con una exactitud de décimas de milímetro. Debemos realizar la medición en varios puntos de la banda de rodadura, ya que el neumático puede estar desgastado de forma irregular.

En definitiva, si no queremos jugar con nuestra seguridad, especialmente en aquellas zonas donde llueve frecuentemente, consideremos que el testigo de desgaste de los neumáticos es poco más que un ‘salvamultas’ y cambiemos los neumáticos bastante antes de que se vea a simple vista.

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