El líquido de refrigeración de los vehículos es un compuesto químico a base de etilenglicol que tiene la capacidad de regular la temperatura para garantizar un correcto funcionamiento. Ofrece un amplio intervalo térmico que va desde los – 30ºC hasta los 140ºC, de modo que su presencia en el circuito interno del motor asegura que este trabaje a una temperatura estable y óptima para su funcionamiento que suele estar en torno a los 90ºC.

Es conveniente revisar el líquido refrigerante cada 20.000 o 30.000 km, según lo indique el fabricante y en Recauchutados Fidel recomendamos reemplazar el líquido refrigerante cada 40.000 km o cada dos años para asegurar un rendimiento óptimo, dependiendo del uso del vehículo.