El sistema de macizado consiste en la sustitución del aire con el que están inflados los neumáticos (principalmente de uso industrial) por un líquido que una vez inyectado reemplaza totalmente el aire, convirtiéndose en sólido pasadas unas 36 horas y constituyendo un núcleo blando y elástico que mantiene de manera inalterable las propiedades del neumático convencional inflado con aire comprimido (presión, resistencia, elasticidad, etc.).

Con esto garantizamos que los vehículos equipados con neumáticos macizados no queden parados por causas de pinchazo, roturas o perdidas de aire.