En los últimos años en España se han comenzado a usar neumáticos de invierno y verano, cambiando las ruedas en cada estación para obtener un mejor rendimiento y agarre.
Las ruedas de verano e invierno no son iguales y tienen una serie de diferencias que debemos conocer, para saber cuál es mejor en nuestro caso.
Cuáles son las diferencias entre los neumáticos de verano y de invierno
Los fabricantes de neumáticos para verano e invierno usan procesos de fabricación diferentes para ambos tipos, empezando por la cantidad de goma o caucho, que es más abundante en las ruedas de invierno.
Esta goma se trata para que sea más blanda a bajas temperaturas, lo que hace que agarre más cuando las temperaturas descienden, dando su mejor rendimiento por debajo de los siete grados.
Otra diferencia entre neumáticos de verano o invierno la podemos ver en el dibujo y quizá es la fundamental, puesto que los neumáticos para el invierno llevan miles de ranuras para poder evacuar el agua de la lluvia, además de un dibujo mucho más profundo para que la nieve se meta dentro y la goma pueda tener contacto con el asfalto.
El ruido es otra diferencia entre neumáticos de verano e invierno, así como el gasto de combustible. El neumático de verano suele ser más silencioso y gasta menos combustible que el de invierno, además de ser un poco más barato.
Cuándo debes cambiar tus neumáticos de invierno por los de verano y viceversa
Los neumáticos para verano e invierno se suelen cambiar en las mismas fechas en toda España, con un mes de diferencia si vivimos en una zona cálida.
En el caso de las zonas cálidas, en donde se lleva el neumático de invierno por su mejor rendimiento en el agua, lo normal es colocar los de invierno en el mes de noviembre y poner los de verano en el mes de abril.
En las zonas más frías, en aquellas en las que nieva varias veces al año, los neumáticos de verano se quitan en mayo y las ruedas de invierno se colocan en octubre, pues puede nevar ya en este mes.
¿Podemos circular en verano con ruedas de invierno?
Si hemos puesto las ruedas de invierno, ha llegado el calor y no hemos podido ir al taller a cambiarlas podemos circular sin problemas con ellas, aunque siempre pensando en ir a poner las de verano cuanto antes.
Hay que pensar que las ruedas de invierno agarran algo peor en verano, que hacen más ruido y que gastan más combustible, lo que sumado al funcionamiento del climatizador puede provocar un consumo demasiado alto que notaremos en la frecuencia del repostaje.
Además, y esto es lo peor, se desgastan con mucha más facilidad con el calor, de manera que podemos consumir las ruedas de invierno en los meses más cálidos y dejarlas inservibles para cuando venga el frío.
Si vivimos en una zona con mucha lluvia o muy fría, el uso de neumáticos de invierno y verano merece mucho la pena. Nos aportará una mayor seguridad en invierno e incluso evitará que nos quedemos en la carretera con las nevadas, pudiendo circular sin cadenas en la mayoría de las situaciones.