Equilibrado de ruedas

Si queremos tener nuestro coche en perfecto estado hay que mantenerlo y una de las operaciones que hay que hacer es el equilibrado de ruedas, el cual no se suele hacer e incluso se confunde con el paralelo del coche.

El equilibrado de neumáticos tiene más importancia de lo que pensamos, algo de lo que nos damos cuenta cuando es demasiado tarde y hay que acudir al taller.

Qué es el equilibrado de ruedas 

Para saber qué es el equilibrado de las ruedas deberíamos revisar nuestros libros de física, pero usando términos sencillos el equilibrado se hace para que el centro de gravedad de la rueda coincida con su centro geométrico.

En el caso de que no equilibremos las ruedas de una manera correcta comienzan a producirse vibraciones tanto en el tren delantero como en el trasero, que tienen consecuencias negativas tanto para la seguridad como para la mecánica.

Debemos tener en cuenta que las ruedas son el único punto de contacto del coche con el suelo, con el asfalto. Las vibraciones que notamos cuando el equilibrado de las ruedas está mal se deben a que los neumáticos se van despegando del suelo.

Eso incrementa la frenada, lo que ya es un problema lo suficientemente grave como para llevar nuestro coche a un taller que dé el servicio de equilibrar ruedas, pero lo peor de este desajuste se lo lleva la mecánica.

Las ruedas mal equilibradas duran menos y producen desgastes en todas las piezas de la dirección debido a la vibración que a la vez ocasiona los molestos “grillos”, que no son más que ruidos interiores que salen por desajustes de los plásticos.

Cuándo es necesario hacer un equilibrado de neumáticos

Equilibrar las ruedas de un automóvil es algo que debemos hacer siempre que cambiemos un par de ruedas. Esto sí que se hace siempre, pues el taller lo incluye en el presupuesto de cambio de neumáticos.

Lo que se realiza menos es el equilibrado de ruedas cuando pisamos un bache a alta velocidad o cuando ocurre lo que se conoce como “bordillazo”, algo muy común en la conducción en ciudad al aparcar.

Estos golpes a los neumáticos pueden hacer que se pierdan las pesas que se ocupan de equilibrar las ruedas o que se desajusten. Por eso, si hemos tenido alguno de los problemas que hemos visto antes, o tenemos la costumbre de aparcar tocando los bordillos, lo mejor es que vayamos al menos una vez al año a que nos revisen el equilibrado.

Al no hacer este mantenimiento preventivo es posible que notemos que la parte delantera del coche vibra, se nota mucho en el volante, o que los pasajeros de los asientos traseros se quejan de vibraciones molestas.

Este es un síntoma de que nuestras ruedas necesitan un equilibrado, una intervención que es muy económica.

Cómo se hace el equilibrado de ruedas

Si nos preguntamos cómo se hace el equilibrado de ruedas la respuesta es muy sencilla: lo hace una máquina.

En los talleres veremos cómo el trabajador coloca la rueda en una máquina que le marca el punto exacto en donde debe colocar unas pequeñas pesas o plomos, que se aplican en el interior o en exterior de la llanta.

Con esa operación tan sencilla el neumático queda equilibrado, evitando que aparezcan las vibraciones y todos los problemas asociados a ellas.

El equilibrado de las ruedas es una operación muy sencilla que hay que hacer siempre que cambiemos las ruedas y cuando golpeemos la llanta muy fuerte contra algún elemento como un bordillo o un bache. Este mantenimiento tan económico mejorará nuestra seguridad y nos evitará problemas mecánicos a largo plazo.

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