Neumáticos deformados. Peligro, síntomas, vibraciones y más
El desgaste de las ruedas de un vehículo es normal, que lo haga de manera irregular, ya no lo es tanto.
Hablamos de neumáticos deformados cuando han sufrido un desgaste no uniforme, lo que provoca esa irregularidad y que se comporte de manera diferente.
Al tratarse de un elemento que garantiza la seguridad de conductor, pasajeros y otros vehículos cercanos, es importante conocer las causas para evitarlo y saber reconocer cuándo es necesario cambiar los neumáticos del coche si esto ocurre.
Causas por los que se deforman los neumáticos
Una de las causas por las que un neumático se deforme es que no se ha cambiado en mucho tiempo. No es solo que el dibujo de la goma no tenga la profundidad mínima exigible por ley, sino que además, con el paso del tiempo las gomas pierden efectividad y se deterioran. Esto hace que al seguir circulando con ellas en mal estado se terminen por deformar.
Otra de las causas habituales de que los neumáticos se deformen es que no tienen la presión correcta. Tan malo es que tengan un exceso de presión, como que estén bajos. En el primer caso, se desgastarán más por el centro de la banda de rodadura. Si les falta aire serán los hombros (la unión entre los flancos y la banda de rodadura) los que tengan una mayor erosión.
Un mal funcionamiento del sistema de frenos o de amortiguación también puede ser el causante de que los neumáticos se desgasten de manera irregular.
Por supuesto, una alineación incorrecta o paralelo de las ruedas del vehículo supone un problema para la duración de los neumáticos.
Por último, hay que tener en cuenta el tipo de conducción: el cuidado que se tenga en tramos con baches, badenes, bordillos, al tomar las curvas o llevar una conducción más deportiva.
Síntomas de un neumático deformado: vibraciones y defectos
Los síntomas más habituales en estos casos es notar unos ligeros movimientos en la dirección del vehículo, cuando agarras el volante en marcha. Si notas vibraciones, es conveniente determinar su origen cuanto antes.
En ocasiones los síntomas se pueden detectar a simple vista. El desgaste excesivo en los neumáticos no tiene por qué darse en todas las ruedas a la vez. Compruébalas todas con regularidad.
También pueden aparecer bultos, cortes o roces. Atento a esos síntomas.
O bien, si detectas que la goma se ha cristalizado, por envejecimiento, exposición al sol o cambios bruscos de temperatura.
En otras ocasiones, es al subirlo a un elevador en el taller donde se ve claramente que al hacerlos girar en el aire su perfil no es regular.
Riesgos de llevar los neumáticos deformados
¿Qué pasa por circular con neumáticos en mal estado? La verdad es que te la juegas. Es uno de los elementos fundamentales de la seguridad vial. El único elemento del coche en contacto con el asfalto…
Circular con neumáticos desgastados supone que la probabilidad de sufrir un reventón o pinchazo es mayor. Con el riesgo para todos que eso supone. También te puede pasar aparcando, si se pellizcan contra un bordillo.
Pero vamos más allá, un neumático deformado pierde adherencia en la carretera. Con lo que es más fácil perder el control del coche.
También afecta al confort en el interior del vehículo, porque se transmiten las vibraciones y el ruido.
Otra de las consecuencias nefastas de llevar los neumáticos deformados es que pueden afectar a otros elementos del coche, provocando averías costosas, como por ejemplo en la tracción. Poca broma, ¿verdad?
Cómo evitar que los neumáticos se deformen
Para que no tengas que cambiar los neumáticos antes de tiempo, evita que se deformen siguiendo estas recomendaciones: Comprueba la presión con regularidad y cuando vayas a hacer un viaje con el vehículo cargado. Asegúrate de que la profundidad del dibujo es mayor de 1,6 mm. Permanece atento a ruidos y vibraciones. Revisa con regularidad su estado o acércate a un taller de confianza.