En EEUU los automoviles deben llevar un sistema que les permita monitorizar la presión de los neumáticos y avisar al conductor cuando esta es anormal. En Europa ocurre lo mismo desde Noviembre de 2014.
Actualmente, los sensores que encontramos, tienen una pequeña batería que, aunque de poca envergadura, supone un coste ecológico y ambiental.
Si tenemos en cuenta una flota de millones de coches de cuatro ruedas, ese coste se convierte en muy importante.
En San Sebastian han encontrado una posible solución partiendo de una idea tajante, «eliminar las baterias».
La tecnología RFID (radiofrecuencia) es la encargada de llevar a buen fín esta solución.
Si los sensores son de bajo consumo, esta tecnología permite realizar mediciones como presión, tempreatura, luminosidad,…
La instalación de estos sensores aumenta la seguridad, reduce el consumo de gasolina, alarga la vida de los neumáticos y protege el medioambiente
Ya se han mostrado los primeros prototipos en la «electrónica 2014» de Munich y el objetivo es comercializarlos en un par de años.
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